Archivos Mensuales: noviembre 2011

Incoherencias

Acabo de ver el capítulo de los productos milagro de Escépticos, y me pregunto…

Las mujeres que compran productos de cultivo ecológico, que miran las etiquetas porque están en contra de los malvadísimos transgénicos… ¿Serán las mismas que compran las cremas anti-arrugas que «modifican tu ADN»?

¿Cuántos habrá, entre los que se manifiestan y protestan contra las antenas de telefonía móvil, que lleven una pulsera de esas con frecuencias electromagnéticas incorporadas que te convierten en superman?

¿Qué tiene la ciencia, que cuando sirve para cosas útiles, cuando es una herramienta de trabajo y de futuro, se convierte en enemigo a batir, pero en cuanto se incorpora a una campaña publicitaria, se transforma en dogma de fe y verdad absoluta?

¿Hay vida después del bipartidismo?

Me gusta mucho entrar en Facebook, y ver como se multiplican los memes contra el bipartidismo. ¡Que ya está bien, hombre! ¡Que llevamos así desde Cánovas y Sagasta! La polarización es tan útil para los de arriba… el que no está conmigo está contra mí, yo soy rojo, yo soy azul, y el otro es el enemigo. Una vez etiquetas y clasificas a todas las personas según su opción política (sólo dos posibles) tienes una herramienta clave para arengar a toda la audiencia que adopte esas etiquetas como suyas y odie a las demás. La gente que siempre ha votado lo mismo, siempre votará lo mismo porque nadie más está preparado para gobernar.

Puedo decir con orgullo, y me gusta mucho pensar que ni una sola vez que he ido a votar, lo he hecho a partidos establecidos y con representación. Una vez voté en blanco. Luego leí y me di cuenta de lo que había hecho y eso pesará en mi conciencia como una losa. Locuras de juventud que dicen. Quiero acabar con el bipartidismo, tengo bien claro que este bipartidismo nos hunde y nos limita como sociedad. Pero es que hemos creado otra etiqueta para declarar al enemigo. El enemigo es el PPSOE. Sí, es cierto, pero PPSOE es nada más que un síntoma.

Es un síntoma porque tenemos un sistema que está defectuoso de base. Un sistema en el que alcaldes de pedanías pueden ganar tanto como el presidente del Estado, un sistema que deja completamente sin supervisión a todos los que se suponen que tiene que hacer cumplir la ley, donde políticos corruptos llenan las listas a las siguientes elecciones, donde las evasiones de fondos públicos se castigan con una collejita política, donde el que defrauda a hacienda es el «listo». Estoy tan harta de que la palabra «listo» se haya pervertido hasta significar «ladrón».

No tenemos transparencia, no tenemos acceso a la información que debería ser pública. Los políticos lo saben, y aunque ahora la gente luche contra el bipartidismo, que dudo que pueda hacerse este 20N, ellos seguirán poniéndose de acuerdo en las cuestiones fundamentales como los recortes de los derechos sociales y seguirán sin consensuar los mínimos para garantizarlos. Se seguirán uniendo para ilegalizar la transferencia de información, querrán controlar internet antes de que internet acabe controlándoles a ellos, seguirán de acuerdo en aborregar a la sociedad haciendo que nuestra educación pública sea deficiente, y seguirán moviendo ficha para que, cada vez más, la universidad sea una educación de élite. Todavía tienen la mayoría de la representación, y a pesar de todo, probablemente la sigan teniendo en una semana.

Pero aunque esto se cambie, los siguientes harán lo mismo. Necesitamos con urgencia leyes de transparencia y de acceso a la información. Llevan demasiado tiempo sin supervisión, y hasta que eso no cambie, no cambiará nada. Nadie les vigila, y ése es nuestro trabajo.

Por eso hay que votar pirata! Necesitamos un gobierno abierto, transparente, vigilado y en el que podamos participar con todas las herramientas al alcance. Una vez les tengamos bajo control, una vez les estemos vigilando, tendrán que hacer el trabajo que no han hecho hasta ahora.

Entendiendo a Aritmetica20N

No sé en los medios de comunicación tradicionales, porque me paso el día lejos de televisión y radio, pero al menos en las redes sociales, hoy no se deja de hablar de Aritmética20N. He visto muchas opiniones a favor y contra.  Ha sido trending topic mundial, ha salido en seguida en muchos medios y he de decir que no me ha pillado por sorpresa la buena difusión que ha tenido viendo cómo se ha articulado y a qué necesidad exacta está alimentando. Mi pregunta sigue siendo, ¿servirá de algo?

Básicamente creo que hay un error fundamental en esta operación Aritmética, y es considerar como válidos sólo aquellos partidos que obtuvieron representación. Esto está levantando ampollas entre las personas que pertenecen, apoyan y trabajan en partidos minoritarios que no la obtuvieron en las pasadas elecciones, y que ven como el nicho de votos de personas descontentas, en busca del cambio, se encauza a partidos establecidos. Lo comparto. Mis mínimos son la democracia directa y la transparencia, por eso quiero y necesito que Pirata.cat tenga representación.

El «problema» de elegir a un partido minoritario y votarle, es que requiere tiempo, comprensión, lectura de sus ideas, información y el acto consciente de pensar. Cosa que muy poco han fomentado los del PPSOE, que siempre se han alimentado del «somos la izquierda/derecha» o «viene la izquierda/derecha» y donde hay un numeroso grupo de votantes zombies, que introducen papeletas en masa.

El problema es que la gente quiere un cambio, pero no cree que las cosas pueden cambiar. Se lo han repetido durante años hasta la saciedad, ven como siempre ganan los mismos, y la verdad es que no voy a ser yo quien se eche en cara esa apatía.

Podríamos pasarnos el día intentando presentarles nuevas opciones, intentando convencerles, cambiarles los esquemas y a nivel local hay mucha gente que se deja los cuernos para cambiar las cosas, pero sin el presupuesto de los grandes partidos es una tarea titánica. Esto por desgracia es un camino muy largo, tenemos que combatir, no sólo la falta de interés, sino la falta de información, el desencanto que ha provocado la clase política, décadas de bajar la cabeza y votar «para que no venga X». Es deprimente. Deberíamos votar aquello en lo que creamos, no en el menos malo, pero no todo el mundo es consciente de ello después de décadas de votar a ese menos malo.

También hay mucha gente que no quiere votar a un partido minoritario, es su elección, pero tampoco quiere votar a PPSOE. Existen, son muchos y esta campaña les ha dado unas directrices concretas y fáciles de seguir.

Y eso es lo bueno que veo en esta acción. Es simple. No requiere pensar. ¿Qué triste no? Puede ser, pero la gente está muy cansada y simplemente una opción de «vamos a romperles los esquemas» les puede dar ese empujón para ir a votar. Es fácil, son matemáticas. Sólo hay que mirar una tabla y ver que con unos pocos miles de votos se puede, teóricamente, producir un cambio. Y tocar los huevos.

Tiene gancho, es directa, da instrucciones para una acción relativamente visible, ha tenido un don de la oportunidad muy calculado al aparecer justo después del debate, y ha copado todo el protagonismo, menos de un día después de que a la gente se le haya hinchado las narices con el debate a dos bandas.

He visto contactos míos en Facebook, difundiendo la campaña. Personas que hasta ahora no habían mostrado más opción que la completa y total apatía, y este mensaje les ha llegado, porque creen que pueden hacer algo. Porque puesto en números, en cifras concretas de votos, tiene la apariencia de «esto puede salir bien». Porque tienen implantado en el cerebro que votar a minoritarios es tirar el voto. ¿Se puede luchar en unos meses contra este tipo de mantras repetidos hasta la saciedad desde hace décadas?

Yo voy a votar a Pirata.cat, y esta campaña no me ha hecho cambiar de idea. Dudo mucho que quien haya montado esto piense que sin nuevas generaciones de partidos más democráticos se pueda regenerar nuestra democracia. La veo muy orientada a la duda, a la gente que se ha quedado sin ganas, a los que ni pensaban ir a votar, a los que no les convence nadie porque sabe que siempre ganan los de siempre.

El abstencionismo, ya sea militante o por desinterés, no da ningún miedo a los de arriba. Les encanta. Que la gente se plantee estrategias para romperles el juego, eso puede dejarles con el culo bien apretado. Y las prácticas democráticas paralelas han de continuar elaborándose y planteándose, la gente ha de seguir reuniéndose y buscando formas de cambio, tenemos que hacer las propuestas nosotros ya que la clase política está completamente alejada de la sociedad. Las asambleas lo están haciendo, muchos partidos minoritarios tienen ideas, propuestas que se pueden trabajar, la gente está harta. Eso se nota.

No creo que esta aritmética haya sido creada como una herramienta definitiva para cambiar el sistema. Esto es una rabieta controlada, el derecho a pataleta, el derecho a tocarles los huevos, el derecho a que a la gente sienta que su voto quizás sirva para algo.  Esto es una medida de urgencia, nacida del terror que nos provoca a muchos una posible mayoría absoluta del PP. No quiero juzgar su validez o no. Pero sí entiendo la buena acogida que ha tenido. Está dando a la gente un motivo tangible y concreto para votar. Y eso es mucho

Quién sabe, quizás a lo mejor sirva de algo, aunque sólo sea para que la gente tome conciencia del valor de sus votos. Y tan sólo eso, por deprimente que sea, ahora me haría feliz.

¿Es beneficioso privatizar la Sanidad?

Vaya por delante que yo no creo que haya que privatizarla.  Una alarma suena en mi cabeza cuando me dicen que un servicio público debería dar beneficios económicos  y me empieza a salir una urticaria horrible cuando leo noticias como que para pasar la noche al lado del paciente en el Clínic, obligan a pagar 80 euros… Pero el caso es que muchas voces neoliberales siguen insistiendo que es posible acabar con la deuda de la Sanidad  privatizando los hospitales y los centros de atención primaria, haciendo que las mútuas de seguros se encarguen de nuestra salud e imponiendo el repago a los ciudadanos que ya pagamos impuestos. Así que, como mi meta en esta vida es dudar de todo, incluso de mis creencias más arraigadas, puedo ponerlas en duda sin ningún problema.

Y lo mejor, es que no hace falta especular sobre lo que pasaría si se privatizara todo porque ya tenemos un modelos de sanidad privada, actualmente funcionando en un país como los EE.UU. Primera potencia mundial, ejemplo de libertades y cuna del famoso sueño americano.

He cogido el artículo de la Wikipedia y no voy a tener en cuenta las afirmaciones donde falte cita, veamos cómo les ha ido con la sanidad privatizada:

¿Mejor asistencia?

  • Mortalidad infantil superior a la de otros países industrializados.
  • Esperanza de vida:  Puesto 42,  por detrás de Chile (35) o Cuba (37)
  • 50,7 millones de ciudadanos ( el 16,7% de la población) no tienen ningún seguro médico.
  • Según un estudio de Harvard, 44.800 muertes suceden cada año por falta de seguro.

¿A mejor precio?

  • Se gasta más dinero en sanidad en los USA que en cualquier otro país.
  • El tanto por ciento de los ingresos del país que se destinan a sanidad es mayor que en cualquiera de los países de las Naciones Unidas, exceptuando a Timor Oriental.
  • En 2001, el número de bancarrotas familiares por causas médicas, era del 46,2%. En 2007 fue del 62,1%.
  • En el ranking de la OMS del año 2000, su sistema sanitario fue: El coste más elevado de todos, el primero en respuesta, en el puesto 37 en rendimiento total y en el puesto 72 de nivel de salud (entre 191 países incluídos en el estudio)

Poner tu salud en manos del que pierde dinero si tiene que curarte. Dejar tu economía y la de tu familia a merced de un cáncer, una operación, un accidente, una tragedia. Perder no sólo a una persona que quieres, sino encima perder tu trabajo, tu casa, tu vida…Se me encoge el corazón y se me llenan las venas de rabia de pensar que ese es el futuro que nos espera. Muchas personas se están enriqueciendo a costa de denegar uno de los derechos humanos fundamentales, y eso, en un estado que se quiera llamar democrático, es un atentado contra sus propios ciudadanos.

¿Ese quieren que sea nuestro futuro? Diría que por encima de nuestros cadáveres, pero creo que precisamente eso, es lo último que les importa.